Se les fue la mano

Publicado por Concordia
6 de junio de 2025

En un reciente discurso, el presidente Milei afirmó: “Se les pasó la mano en atacar a la familia, en atacar a las dos vidas y lo estamos pagando en la tasa de natalidad. Ahora el miedo es que el mundo se quede sin gente. Lo hubieran pensado antes, nos hubiéramos ahorrado bastantes asesinatos en el vientre de las madres”. Aunque polémica, su afirmación señala una verdad incómoda: las políticas públicas de las últimas dos décadas, centradas en la anticoncepción y el aborto, dejaron una huella profunda en nuestra demografía. Las críticas al presidente no tardaron en llegar, pero los datos respaldan más su postura que las reacciones en su contra.

La baja de la natalidad es un fenómeno global, sin duda. Sin embargo, en Argentina, las últimas décadas se caracterizaron por implementar una cascada de medidas gubernamentales que promueven la anticoncepción, desde la Ley 25.673 de 2003, que creó el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, hasta el final del mandato de Alberto Fernández en 2023. Los efectos se hicieron evidentes en muy poco tiempo. Desde 2014, con la incorporación de implantes anticonceptivos subdérmicos a este programa, mal llamado de “salud sexual y procreación responsable”, los nacimientos cayeron abruptamente de 780.000 a 460.900 en 2023, según el RENAPER. Esto significa que hoy los nacimientos son menos del 60% de los registrados hace una década.

La legalización del aborto en 2020 no inició esta crisis, pero la agravó al normalizar el descarte de niños en el vientre de sus madres, contribuyendo aún más a la caída de la natalidad. Un caso paradigmático es la Ciudad de Buenos Aires, donde la crisis demográfica es alarmante. Como señalamos previamente, en CABA hay más mascotas que niños, adolescentes y jóvenes de 0 a 25 años (link a nota). Desde 2020, además, las defunciones superan a los nacimientos, convirtiendo a la Capital Federal en la primera provincia con decrecimiento poblacional: cada año hay menos porteños.

Los datos son elocuentes: los nacimientos en CABA se redujeron a la mitad en solo 15 años, según el IDECBA. Desde la despenalización del aborto en 2020, la caída se aceleró, con un descenso del 30% entre 2019 y 2023. En este período, se estima que hubo 9.600 procedimientos de IVE/ILE en centros públicos de salud de CABA, según el Ministerio de Salud del GCBA. En términos crudos, por cada tres bebés que nacen, uno es abortado.

Muchos atribuyen esta crisis a factores económicos, pero ya demostramos que no es así (link a nota). El problema es global, a pesar de que el mundo es más próspero que nunca. La raíz es cultural: en una sociedad que prioriza el consumismo y posterga la familia, como vemos en CABA donde las mascotas reemplazan a los hijos, la natalidad seguirá en declive. Milei tiene razón al señalar que “se les pasó la mano” con políticas que atacan a la familia mediante la promoción de la anticoncepción y el aborto. Ahora toca implementar políticas en la dirección contraria.