En el informe anterior, destacamos que Argentina enfrenta una notable despoblación, con un tercio de la población concentrada en apenas el 0,5% del territorio. Este desequilibrio se refleja en que casi la mitad de los argentinos viven a solo 400 km de la Ciudad de Buenos Aires.
Argentina es un país extenso, con una de las densidades poblacionales más bajas del mundo. Tiene una población muy baja dada la extensión de su territorio habitable, y se prevé una mayor disminución demográfica debido al declive sostenido de la natalidad en las últimas dos décadas. Curiosamente, Argentina, según un informe de la compañía GfK, es el país con más mascotas del mundo: 8 de cada 10 argentinos tiene una mascota, con una tendencia en ascenso en los últimos años[1]. No tenemos hijos, pero tenemos mascotas de sobra.
La Ciudad de Buenos Aires presenta una tendencia creciente en la cantidad de mascotas. Según el informe del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad (IDECBA)[2], la cantidad de perros y gatos en la ciudad aumentó un 55% en solo 20 años. La evolución fue disímil entre perros (+43%) y gatos (+85%). Es llamativo que en cada censo de mascotas, la cantidad de gatos observados aumentó cada vez más rápidamente, lo que no se observa en perros, donde la comparación entre 2022 y 2018 mostró solo un leve aumento del 3%, mientras los gatos subieron un 23%.
Para dimensionar esta cantidad de mascotas en la ciudad, según el Censo de 2022, no alcanza la suma de porteños menores de 25 años para igualar el número total de perros y gatos en la ciudad.
Según el último censo de 2022, en Argentina hubo 800,000 nacimientos menos entre 2010 y 2022 respecto a la proyección realizada. La caída de los nacimientos fue mucho más pronunciada de lo esperado. Comparando el aumento de mascotas con la caída de la natalidad en CABA en los últimos años, se observa una correlación negativa: a menor natalidad, mayor aumento de perros y gatos.
Un estudio de Kantar Insights muestra que el 94% de los dueños de mascotas en Argentina las consideran parte de la familia, reflejando un cambio cultural profundo. Esta “humanización de las mascotas” se alinea con tendencias en Europa y Estados Unidos, donde los hogares se llenan de animales mientras las cunas se vacían.
En la Ciudad de Buenos Aires, el cambio cultural es evidente: las mascotas ahora ocupan el espacio que antes se destinaba a los hijos. Los porteños han pasado de tener hijos a vivir solos, acompañados por perros y gatos. Mientras que los hogares unipersonales aumentaron de aproximadamente 25% al 40%[3], los nacimientos cayeron de 44.000 a 24.000, mientras que las mascotas pasaron de 550.000 a 860.000, en tan solo 20 años.
Según Julieta Dejean de Kantar, esta tendencia a humanizar a las mascotas responde a una reasignación de roles. Las mascotas, en ocasiones se convierten en compañeras para “formar el nido”, especialmente entre quienes optan por no tener hijos o postergar su paternidad.
En las calles de Buenos Aires, no sorprendería ver pronto más cochecitos llevando mascotas en lugar de bebés.
[1] Ocho de cada 10 argentinos poseen al menos un animal de compañía en su hogar – Infobae
[2] Tenencia responsable y sanidad de perros y gatos.
[3] Distribución porcentual de los hogares por tipo de hogar según dominio. Ciudad de Buenos Aires. Años 2004/2023 | Estadística y Censos